Embarazo
April 5, 2024

La importancia del control prenatal - Ginecología en CDMX

El control prenatal se refiere a todos los cuidados que se tienen durante el embarazo para garantizar la salud de la mamá y bebé, los cuales monitorea una ginecóloga obstetra a través de consultas regulares.

La importancia del control prenatal - Ginecología en CDMX

El control prenatal es básicamente todas las cosas que se hacen para cuidar a la mamá y al bebé durante el embarazo. Se trata de chequeos y visitas regulares con una ginecóloga obstetra para prevenir problemas y tratar cualquier cosa que pueda afectar la salud de la mamá o del bebé. También existe el control preconcepcional, lo que se refiere a los cuidados de tu cuerpo antes de quedar embarazada para que tu futuro embarazo se desarrolle de la mejor manera. En el control preconcepcional, se hacen intervenciones para identificar y cambiar cualquier riesgo médico, de comportamiento o emocional, todo con el fin de garantizar una buena salud para la mujer y un resultado positivo en el nacimiento.

Algunos de los principales objetivos del control prenatal son identificar los posibles riesgos que tengas de padecer alguna enfermedad o complicación durante tu embarazo, para que de esta forma, tu ginecóloga obstetra de Plenna pueda realizar intervenciones en el momento adecuado que permitan prevenir dichos riesgos y que tengas un embarazo exitoso y Plenno. 

Para ir monitoreando los riesgos, se revisa tu historia médica y reproductiva, también se realiza un examen físico que incluye ultrasonido y es posible que tu doctora te mande realizar algunos exámenes de laboratorio y exámenes de ultrasonido. Además es importante promover estilos de vida saludables, la suplementación de ácido fólico, así como una consejería nutricional y psicológica. Recuerda que los cambios en el embarazo no solo se dan a nivel ginecológico, es muy importante atender otras áreas de tu salud. En Plenna, además del control prenatal en el que te acompañan nuestras ginecólogas obstetras, ofrecemos sesiones de nutrición y psicología en el embarazo que se ajustan a tus necesidades. 

Además de los cuidados médicos, tanto en ginecología como en otras áreas, un buen control prenatal debería incluir educación, soporte emocional y preparación para el parto.

La base de la atención prenatal es realizar intervenciones de calidad, seguras y sencillas, que ayuden a mantener un embarazo normal para disminuir la posibilidad de complicaciones y facilitar la detección temprana de patologías y el tratamiento de las mismas, así como la preparación al parto y los preparativos en caso de posibles complicaciones. Por ejemplo, existen algunos ultrasonidos especializados que se tienen que realizar en ciertas etapas de tu embarazo en específico, para poder tener más información sobre el desarrollo de tu bebé.

La educación sobre qué suplementos, tales como ácido fólico, debes tomar es de gran importancia, ya que está asociado con una disminución de riesgo de defectos del tubo neural. Asimismo, existe una disminución en tumores cerebrales pediátricos y leucemia; y también es recomendable la suplementación con multivitamínicos en casos de mujeres con peso bajo, fumadoras, que usan sustancias ilícitas, mujeres vegetarianas o de gestación múltiple.

Las recomendaciones de la Norma Oficial Mexicana NOM-007, promueve que una mujer embarazada de bajo riesgo reciba como mínimo cinco consultas prenatales, iniciando preferentemente en las primeras 8 semanas de gestación y/o cuando tenga una prueba positiva de embarazo atendiendo al siguiente calendario:

1 ª consulta: entre las 6 - 8 semanas

2 ª consulta: entre 10 - 13.6 semanas

3 ª consulta: entre 16 - 18 semanas

4 ª consulta: 22 semanas

5 ª consulta: 28 semanas

6 ª consulta: 32 semanas

7 ª consulta: 36 semanas

8 ª consulta: entre 38 - 41 semanas.

El principal objetivo de los cuidados prenatales es conseguir un embarazo de evolución normal, que culmine con una madre y una recién nacida sana.

Lo ideal es que los cuidados prenatales se inicien antes de la concepción. Hoy en día es más frecuente que las parejas programen sus embarazos, lo cual permite que consulten antes a una especialista, con el objetivo de reducir los riesgos que sean modificables. 

Se debe obtener la historia médica personal y reproductiva completa; la historia de salud de la pareja y las conductas de riesgo psicosocial. Se debe realizar un examen físico general (IMC, presión arterial), un examen ginecológico, PAP. Hay que desarrollar también exámenes de laboratorio según corresponda (Hematocrito-Hb, Urocultivo, Grupo Rh y Coombs, VDRL, VIH). Estos te los va a indicar tu ginecóloga de acuerdo a tu caso. 

Una mujer sana debe comenzar a tomar ácido fólico (400 mg/día), idealmente dos meses antes de la concepción y continuarlo hasta al menos las 12 semanas del embarazo.

En un gran control preconcepcional, también se deberían ofrecer las vacunas para Rubeola, Varicela o Hepatitis B a las pacientes susceptibles y el embarazo debe evitarse por un mes luego de haber recibido la vacuna, aunque no hay evidencia que sugiera que sean dañinas si se embarazan antes. 

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