Duelo
April 5, 2024

La maternidad como un duelo

El duelo no solo se refiere a la muerte, las pérdidas pueden ser diversas e incluir la ruptura de una relación de pareja, cambiar tu rutina, dejar atrás un sitio conocido, trabajo o situación económica, incluso la pérdida de tu individualidad antes de la maternidad.

Tania Trueba
La maternidad como un duelo

En líneas generales, el duelo se define como el proceso normal y necesario de adaptación a una pérdida, es un proceso psicológico al que nos enfrentamos tras la pérdida de cualquier persona u objeto de apego. Cuando hablamos del duelo, generalmente se nos viene a la mente la muerte, pero las pérdidas pueden ser muy diversas, la ruptura de una relación de pareja, cambiar tu rutina, dejar atrás un sitio conocido, trabajo o situación económica, incluso la falta de salud. La maternidad implica adaptarse a un cambio tras otro y eso puede provocar dolor.

Sentir dolor es necesario. En cierta medida, el dolor nos empuja a estar con nosotras mismas, anima a la introspección y al llanto, dos factores que son de gran ayuda para la asimilación y aceptación de la pérdida.

El duelo es un proceso que involucra todas las facetas del ser humano, no sólo lo emocional, sino también lo cognitivo, lo conductual, los valores y el significado profundo de identidad, y tiene aspectos generales que todos los duelos comparten. Emociones y sensaciones que generalmente están presentes, ciertos pensamientos que se suelen compartir, conductas similares etc., pero los matices de cómo afronta su pérdida cada doliente, son únicos.

El proceso de duelo tiene diferentes etapas que pueden presentarse de manera paulatina o simultánea y cada una tiene sus propias características.

La negación es la primera de las cinco etapas del duelo. En ella vienen sentimientos de irrealidad e incertidumbre en la que las personas muchas veces se preguntan ¿esto es real?, “esto no me está pasando a mí”. Al mismo tiempo rechazan lo sucedido y muchas veces tienen falta de afecto.

El enojo es la segunda fase y es aquella en la que las personas tienen sentimientos de ira, frustración e impotencia. Muchas veces culpan a un tercero, por ejemplo ¿por qué me pasa esto a mí? o ¿Por qué la vida me odia?

La negociación es la tercera fase y es en la que las personas buscan hacer pactos para recuperar lo que han perdido, así como ver la realidad de los hechos y las soluciones reales.

La depresión es la cuarta fase en la que las personas entienden todo lo que involucra una pérdida, hay sentimientos de ira, enojo, desesperanza y muchas veces pérdida de motivación.

La quinta es la aceptación, etapa en la que las personas llegan a un estado de calma y comprenden que todo lo que sucede en su vida es parte del proceso y que podemos seguir adelante.

El duelo es parte de la vida, desde que nacemos nos enfrentamos a numerosas pérdidas, pero no tenemos por qué pasarlo solas, podemos buscar el acompañamiento de una profesional que nos ayude a transitar de la mejor manera posible por estas etapas.

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