La dismenorrea, o menstruación dolorosa, afecta a un gran porcentaje de mujeres en edad reproductiva, impactando su calidad de vida y productividad diaria. ¡Sigue leyendo!
La dismenorrea, o menstruación dolorosa, es un problema común que experimentan las mujeres en sus años reproductivos. La dismenorrea puede ser un proceso primario o secundario a otra patología pélvica. Cuando es grave, además de afectar la calidad de vida, interfiere con el desempeño de las actividades diarias, lo que a menudo provoca ausentismo o disminución de la productividad en la escuela, el trabajo y otras responsabilidades.
Para fines clínicos, la dismenorrea se divide en dos categorías:
Entre el 50 y el 90% de las mujeres en edad reproductiva en todo el mundo describen haber experimentado períodos menstruales dolorosos.
La mayoría de estos pacientes son jóvenes y tienen dismenorrea primaria. La prevalencia de la dismenorrea primaria disminuye con la edad, mientras que la dismenorrea secundaria tiende a desarrollarse más adelante en la vida.
Los factores de riesgo asociados con la dismenorrea incluyen una edad más temprana (particularmente adolescentes), tabaquismo y estrés. Parece haber una (pequeña) predisposición familiar a la dismenorrea primaria. La reducción del riesgo se asocia con una edad más temprana en el primer parto, una mayor paridad y el uso de anticonceptivos hormonales.
Síntomas como dolor abdominal bajo, recurrente y tipo cólico que se produce durante la menstruación puede desarrollarse en cualquier momento durante los años reproductivos de la paciente. El dolor generalmente comienza uno o dos días antes o con el inicio del sangrado menstrual y luego disminuye gradualmente durante 12 a 72 horas.
Algunas mujeres con dismenorrea primaria informan que el dolor persiste mientras continúa el flujo menstrual. Es recurrente y ocurre en la mayoría, si no en todos, los ciclos menstruales. El dolor suele ser tipo calambre e intermitentemente intenso, pero puede ser un dolor sordo y continuo.
Como puedes observar este tipo de problemas es más común de lo que pensamos y requiere tratamiento. ¡Acude a valoración con tu ginecóloga si has pasado por algo así!
Desmintiendo mitos de la menstruación
Cómo se relaciona mi menstruación con el estrés