Nutrición
April 5, 2024

¿Cómo es mi relación con el ejercicio?

La función del ejercicio suele estar plagada de mensajes sobre dietas, disminución de peso, y otras formas de hacerte sentir culpable al realizar ejercicio. Te dejamos algunos tips para mejorar la relación que tienes con el movimiento.

Andrea Torres
¿Cómo es mi relación con el ejercicio?

¿Alguna vez te has cuestionado cómo es tu relación con el ejercicio?

Las recomendaciones de hacer ejercicio las hemos tenido presentes toda la vida. Para lxs niñxs es una actividad para mantenerse ocupadxs, cansarles, desarrollar habilidades, etc. 

La adolescencia suele ser la etapa de vida donde el ejercicio es parte de nuestra rutina, ya sea en las clases o algún deporte que se practique después del horario escolar.

En muchas ocasiones durante la adolescencia comienza a relacionarse la actividad física como un factor determinante para que nuestro cuerpo cambie. 

Los cambios en la adolescencia moldean la relación con nuestro cuerpo y el movimiento

Como parte del desarrollo, el cuerpo tiene modificaciones fisiológicas y anatómicas, lo que puede dar entrada a recibir comentarios sobre nuestro cuerpo y sus cambios. 

Así es muchas veces como inician los cuestionamientos de si es correcto o incorrecto que el cuerpo tenga cambios físicos ¿Serán permanentes o solo pasajeros? ¿Está bien que mi cuerpo cambie? ¿Qué puedo hacer para que se mantenga de la misma manera? 

Sin darnos cuenta se va perdiendo esa armonía con el movimiento, de disfrutarlo, tomarlo como un momento para despejarse o simplemente gozando el deporte y poco a poco se va viendo al ejercicio como una forma de “ganarse” una comida rica, o una forma de “quemar” los alimentos que consumimos. En automático se comienza a asociar el movimiento del cuerpo con la dieta o vida “fit”, y puede generar culpa el dejar de hacer ejercicio un día o bien intentar compensar con más tiempo. 

Si este escenario a lo largo del tiempo te suena familiar, hoy te quiero dejar unos consejos para que vayas sanando tu relación con el movimiento.

  1. Recuerda: El hacer ejercicio no es un medio para ganarnos la comida, es parte de una necesidad que tiene nuestro cuerpo para fortalecerlo y tener energía.
  2. Date la oportunidad de probar distintas maneras de mover tu cuerpo. 
  3. Cambiar de actividad constantemente te ayudará para no aburrirte.
  4. Escucha a tu cuerpo y el nivel de energía que tiene, solito te guiará a qué tipo de actividad hacer ese día. 
  5. Comienza con una meta realista para tu rutina, no quieras iniciar de 0 a 5 de un día para otro. 
  6. Permítete descubrir toda la capacidad que tiene tu cuerpo al moverse de distintas formas.
  7. Agradece el cuerpo que tienes en este momento y lo que te permite hacer de manera automática. 
  8. Recuerda: No necesitas hacer más ejercicio para poder comer más. 
  9. Observa al ejercicio como un momento de apapacho a tu cuerpo por todo lo que hace por ti. 
  10. No busques perfección, busca constancia en las diferentes actividades que pruebes. 

Si quieres seguir abordando una nueva forma de ver a tu cuerpo y su movimiento, agenda una cita de nuestro Programa de Nutrición Plenna.

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